Tu calle

Para no decir nada que sepas ya más que de sobra
siendo tú tan yo y sabiéndome tanto,
siendo tú solita el sol que me asombra...
debiese callarme y no sacar el tema de tu calle, por respeto
respeto a tí, a él y bueno
ya que me pongo, también respetaría a los demás
a los que, de alguna manera, anhelan parecérseos
a los que follan o follamos hasta amar y no al revés,
sí tía, en los tiempos que corren... lo respetaré todo
y lo haré evitando rozar nada que tú conozcas mejor que yo,
así me respetarán este escrito, los de antes y los venideros
tan sólo omitiendo recordarte justo eso:
QUE LO CONSEGUISTE.



Tu calle es la mía aunque debiese callarme,
Octubre del 87:
desde que nací te sigo y desde que t’entendí te admiré,
te miro adentro y veo mi centro, la anarkía de vivir
al obligarme tu ombligo a confesar
que cuando tú concretamente me hablas de Orión, me derrito.
Veinte meses son la mayor distancia que te permito alejarte
y nunca más, mi catalana, nunca más
porque cuando me faltas, me falto yo también, lo digo en serio.



Ya lo decía Eisenhower, “no se puede tener todo”
pero no sé, para mí eres la tía más estupenda que va a haber ever
y te-tengo y te-te adoro y tartamudeo y quedo muda si te harto,
siendo yo muy estúpida y coleccionando tupis
siendo la eterna okupa de las vidas y casas de los demás, pero en fin
perdona mi fama y olvida mi reputación de paranóica...
al final, siempre y para siempre, todo queda en familia
y un instante silencioso es lo único que nos puede separar
porque tú y yo, mi vida, somos tal y cual
tan cual.



Dedicado.