Cançó per una bona mort

Todo lo ke me apasiona me enferma
desde la política hasta la palabra, pasando por Oviedo
estudiando por Madrid, donde ubico mi vida
repasando las camas ke nos han visto kerernos tantísimo,
examinándose en Orión y suspendiendo
del hilo entre tú y yo: ya no te kiero,
pero me muero por amarte.

Mi lecho me odia y yo lo odio de vuelta
no hay techo, ni borde abordo, ni fortuna
me limito a poder escribirte ese otro poema
y no hacerlo; no hacerlo por no estallar
me extraña ke no lo comprendas.
La muerte junto a ti sería un hombre
asíke la muerte es lo de menos en tu abrazo.

Siempre estoy con donde estoy
me lío con mi entorno, la materia y forma ke me brilla
y sorprendo a la mediocridad tonta tanto... (pff, pasando...)
pero cómo molaría también ser menos guapísima y más bella
contigo siempre me sentí casi casi fea
y superyonkie encerrada en luz eléctrica y colores narcisistas caducados
y en vez de lucida, necio atormentado,
iluminada en una botella de vino ke tumba todo sueño, aliento
pues robé lo más preciado cuando no lo necesitaba, no robarlo
un faro perdido sin mapa porke no kise perderme una, vigilaba tu playa
una sola foto, sensible, puede enterrar todos y cada uno de los planes planos
ke no puede ejecutar alguien ke nunca supo si seguir.

Tinta por las venas y mi pena
asíke tinta por ti, mi tatuaje
con esta carita de give me a bocadillo, te digo
ke no pienso comer hasta ke me hagas el avioncito
ke ole cómo huele tu cuello de Asturias
ke siempre se me olvida lo ke te iba a haber dicho
y ke aunke the present sea un gift, quítamelo
moskita muerta
ke no me quejo por eso sino ke rompo por lo otro
lo de “adiós,
no sabes cuánto me alegro de verte”
cuando todo lo ke yo jamás kise en mi abecé-diario
fue despedirme con hastamañanas.


A Maite con toda mi sed.