La Nueva Ola tendrá ke esperar, me temo

Justo antes de convertirnos en científicos de la belleza, éramos bellos
justo antes de examinar la pureza de las creaciones de otros, con gafas de pasta,
fuimos artistas.
Cuando bebíamos ron y no vino tinto
cuando nos mandábamos mensajes,
entonces aún éramos jóvenes.

Cuando ni sikiera leíamos los apuntes
cuando suspendíamos tanto,
cuando no madrugábamos ni íbamos al gimnasio.
Cuando creíamos ke la corbata era invención de la propia ironía y tal soga tan sólo apretaba a los demás.

Y fingir morir por alguien, para que alguien muriese por ti,
estás suicidándote de palo por un nombre
siempre en tus labios, pronunciación constante
la palabra que no has leído ni has escrito.

NEGRO, PERO COLOR. AMARGO, PERO SABOR.
INDIFERENTE, PERO REACCIÓN. VACÍO, PERO VIVO.

Que se atreviese el mundo a robar ese tiempo ke teníamos para nosotros
me recuerda al amor en tiendas, me hace oír títulos de obras maestras
obras ke admiro aún desgastadas, aún manoseadas
aunke violadas ya mucho antes de nuestro nacimiento.

El tiempo nuestro ke no fue
la mentira de trabajar en algo ke no te da a cambio nada,
la vida ke pasa deprisa y por tantos aros,
la esquina ke doblo, de la calle o del libro.

Es ya el inconsciente kien prohíbe
es la maldad ya, vecina del quinto.
Discípulos de qué, si el arte te nace dentro
y a mí qué si aún tengo la vida.

La Nueva Ola tendrá que esperar, me temo
me temo ke me temo
Kerer y no poder ser moderno es de lo más anticuado,
me preokupa lo poko ke me preokupa.

(Muerte al gafas de pasta kiero-y-no-puedo)


Imagen: Tapa Cuaderno de Bitácora, 2003