Punto de encuentro

El Nueva Visión finge ser nuestro Moulin Rouge particular y yo me siento Toulousse-Lautrec, lisiada, al darlo a conocer.
Allí todos nos conocemos y los chicos se esfuerzan por entretener y hacer sentirse especiales a las chicas, se comportan como caballeros (aunke algo ambiguos) de las pelis de los años 50, son nuestros galanes particulares, pero en punk.

La gente echa pestes del baño (que apesta, el de Transpotting a su lado se keda corto), se lleva corbata, se es mod, se era ya antes de la moda. Se oyen Ramones, se pide Louie Louie. Algunos se kedan embobados con la decoración, yo arranko carteles. El Johny nos odia, odiamos al Johny.
Se habla de músika sin complejos, se dice de formar una banda, nos contamos secretos, "ostia, perdón te he manchao" "no pasa nah kolega!!", se cotillea y se mima, se liga, se liga.

La camarera de ahora tiene flores en el brazo, compruébalo piediendo un kali. La tele da ambiente a un sitio en el ke sobra, recuerdo ver arder allí el Winsor.
Las pipas con sal en el bol verde, el limón salado del chupito, mae mía. Hoy me encuentro muy bien, voy a acabar borratxo...borratxo yo? borratxo tú!! ¿No lo echas de menos, Marga?
No lo pienses más, bájate en Bilbao, línea directa desde nuestras casas.
El bar ke nos ha visto crecer, Club de Fans, punto de enkuentro.
Me da igual kómo te llames, tú para mí eres Nube.

Me acuerdo perfectamente de los momentos en los ke me dí cuenta de ke Juan y Rubén eran inteligentes, hablando de Green Day y la mujer muriendo en la cruz. Aquí todo keda en familia.
Músika garage, punk-rock nervioso, aquí aceleramos, aquí Ian Curtis no estaría fuera de sitio; aquí nos han robao los intrusos, en ké hora les dejaron pasar.
¿Te acuerdas del día de la pistola, Pantera? Tú tan pichi, yo aterrada.
Aquí los machitos aún se pelean por la guapita de turno.