Aparte

Era excitante. ERA, ahora ke nada suele ser y tal, lo fuimos. El ké no sé, pero lo fuimos. Hablábamos tan cara a cara ke si me hubieran despertao aturdida en los baños del bar y me hubieran dicho ke sólo se trataba de una proyección infinita de espejos me lo hubiera tragado de no ser porke, además de saber ke no fue así, necesito esa esperanza.
Esa en concreto.
Nos hemos puesto de acuerdo para contestar lo mismo si nos preguntan ké pasó, pero nadie podrá hacernos ya nunca ninguna pregunta al respecto, porque parte del encanto de los rituales consiste en desvanecerse antes de ke pueda asaltarle a uno una sola duda. Sin rastro ke valga, así son las cosas.
No había (como sigue sin haberlas) nociones ke en circunstancias normales me habrían intentado y conseguido interrumpir la paz. Como tener ke ir a otra parte o quedarme sin dinero. Y si ocurrió no lo noté y con eso me quedo.
El tiempo se hizo tangible y me cabía en las manos porque con todas mis fuerzas esa noche más ke nunca quería tocarlo. Hablaban los ojos y me partía de risa porque olvidaba todo lo ke iba saliendo a la luz según iba saliendo y según amanecía. Sólo quería disfrutar la sensación, ke no acabara nunca y seguir bebiendo. Dejarme entera la voz porque nunca hubo mejor ocasión de hacerlo. Romper la alegría en lamento, la impaciencia en hechos y a los hechos lanzarlos al vacío con el Rocket to Russia recién olvidado.
Soy absolutamente incapaz de contarte de recrear la conversación ni ser tan terrenal como para decir ke hubo una sola y ke llegamos a conclusiones cuerdas con las ke a partir de entonces sabríamos tranquilizarnos solos a oscuras. No íbamos a saber vivir mejor, ni nos las íbamos a apañar según tal, al contrario y para nada juntos. Mentira todo.
Supongo ke fue el misterio en su estado más puro, flashbacks de toda una vida concentrados a flor de piel así un martes tonto. ERA. Simplemente ERA. Y el verano, ke lo acentúa todo porque nunca hay nah ke hacer. Y así es un poco todo y esa noche todo estaba multiplicao por cien y supimos saborearlo.
Era como un bar de madera, un Irish, puede ke el de Manuela Malasaña pero mira, no lo sé. Me viene a la cabeza el padre de Pinocho pero no me hagas mucho caso porque ese no era.
El misterio es eso y no la Muerte. Lo ke se puede llegar a conocer por un momento y ya no te queda otra ke acordarte y procurar entenderte. ESO eras Tú. Nunca antes te habías dao cuenta, nunca lo habías sido tanto y te alegra pensar ke supiste estar a la altura.
Moló muchísimo. La magia de desconocerse. Y después no debíamos volver a vernos.
Es cuestión de intensidad y es casi tan irrepetible como eterna. Tú + un bonus track, y encima te dice ke le gusta Serrat... normalmente os acabáis liando.
No volver a vernos, ese era el trato y sabes ke haré todo lo posible para ke así sea. Crueldad incluída, jubilaciones aparte.

Nuestro baile del viernes (Sidonie)
http://www.youtube.com/watch?v=xVfw7iuXFyA