Nostalgia Teatral (2ªParte)

Simulemos por un momento ke ninguno de los dos tiene dedo corazón izquierdo.
De pronto imaginamos ke un golpe seco inunda la habitación en la ke nos encontramos,
un golpe idéntico a la caída de una cabeza recién guillotinada en la plaza del pueblo
pero en seco, sin ke bote o ruede
(por la impresión, ya se sabe).

Ese golpe significa reconocernos al unísono dos extraños.

Enfrentémonos. Dejémonos de tonterías y admitámonos rivales
yo no diré nada, cielo, si tú no lo haces antes
es tarde ya, acuéstate anda
quita, déjame a mí ostia
quita, ke tú no sabes.

Después de tantos años ese golpe nos ha hecho vernos por primera vez,
somos, por fin, unos completos desconocidos.

Tergiversemos de madrugada nuestros recuerdos
citarás a Baudelaire como si le llevases dentro,
ahora adivina a oscuras dónde está la salida, te la cedo
yo me quedaré aquí a media luz, me dormiré enseguida.

Me pongo de puntillas para despedirte con dos besos
mientras procuro memorizar en un instante esta cara tuya tan nueva.

Te espero comiendo un helado de vainilla mañana en el café,
te escribiré en mi cuaderno de dudas cualquier chorrada ke me merodee la mente
desde el “staluego” de esta noche hasta el “képasa” de mañana
¿te parece?