Cómo ir a la luna 1ª Parte

Perder la cabeza (Karty er Nene)
http://www.youtube.com/watch?v=FkBfWnep6Yw



I.

Con una sola persona asustada en cementerios del habla, habrá emoción.
No hay que ser cruel con un paranoico, al contrario, hay que ganarse su confianza, día a día, hacerle ver que está a salvo. Los objetos también perciben el frío el calor los golpes, y es requisito imprescindible llevarse bien con los animales, no darles de ostias putearles. La luz orienta nuestros sentidos y la luz del amor el insomnio del alma. Las paredes de la piel, en vez de limitarlos, nos permiten fusionarnos con lo natural y tomar la energía del viento por la mañana en la bici. La dignidad está bañada en la placenta de cada uno al nacer, es su playa una pócima, menos de sentido común que de subjetiva importancia, por ejemplo para mí lo indigno va más por no hacerle honor a lo que se dice que al revés, tú ya avisaste, la opinión allá cada quien, de eso no puedo ocuparme. No se trata de convencer a nadie, somos distintos somos iguales. Semos diferentes solo que necesitando lo mismo. Es una fiesta, que haya paz.
Tener cuidado y cuidarnos, caladas fuertes a los cigarros, equivalentes a dos bocanadas normales de aire o el bostezo de una bestia ahora que todos los baches se transforman en una mecedora calentita tras el cariño cuando nuestro cuello nos cuida en carnavales cuando nuestro cuello nos cuida en…

II.

Todo tipo de locura pienso que parte de la sensibilidad. Parte de la sensibilidad. Una persona bruta no paga su aduana a los demás con dolor de cabeza sino con guantazos. No les pasa la deuda en el karma. En cambio a alguien introvertido acabará sudando en un rincón desvestido de blanco, espacio vital y conflicto con la ayuda. A esa persona los segundos le transpiran hiperconsciencia, tiene el pecado metido, la maldición de las hormigas en su sopa en su plato.
Pensar que todo lo que te hubiera gustado que te hubiera pasado a ti les pasa siempre a los otros, es ser un envidioso. Y luego te pasa y no sabes disfrutarlo, eso es ser un mierda. Y pensar en el futuro también es de mierdas.
(A mí todo esto me pasa, eh, que quede claro). Así son también los alcóholicos. O los que pasan demasiados días seguidos de fiesta; se pierde un poco la cordura. Le pasa mucho a los poetas, se lo he notado a unos cuantos.
El único problema de los aflordepiel, egocentrismo.

El agua nos hace reconocernos. Por mucho que cambies de casa, siempre estarás con ella.
Ohhh... los chinos brillan en la oscuridad y dejan marca y las chinas se fuman.
5 en un coche y la de en medio de la parte de atrás cantándonos un reggae. Miopía y astigmatismo miran juntas la tv. Lo que creen que es una tv. Al rato comprobarán que eran ellas grabadas en una cámara de seguridad, no lo entendían. No robéis cosas de plástico, por caridad.

(Necesito poner por escrito las cosas que me pasan para sentirme normal). (Si mi cabeza funciona así, seguro que no soy la única y habrá a quien le reconforte leerlo). Las ramas no-necesariamente-apuntando-a-la-metafísica, cuando suene pulp fiction, te harán ver que definitivamente somos posibles. Vivos de remate.
Aullo por ti como aullaría por mí si no fuera yo y espero que tú aulles, allá donde estés, más fuerte que nadie más fuerte que nadie por todos nosostros por todos nosotros. Tienes que entrar. No me tomo mi arte en serio, me tomo en serio el mar, que es adonde van a parar estos papeles. Me tomo en serio el mar.

Creo en la grafomanía de un quinceañero. Sobretodo quisiera que siga y verle en 60 años. Cuadernos llenos todos de una sola frase a la que no encontrar significado. Un mapa de una isla del tesoro, lleno de números, flechas asteriscos ¡sólo falta el cofre!, el escritor es un náufrago... Si tan sólo desde la avioneta le vieras. Pone HELP bien grande en mayúsculas de piedras. Los demás tenemos que salvarle. Leyéndole. No prestándole atención, sólo leyéndole. Es su vida. Hundirse entre los cuadrados de ese folio intacto, donde el muelle y el nudo de la garganta son los tiburones. Tan sólo asomarse de pasada un soplo intenso, vivir allí una condena. Una cadena conectada a la tobillera de metal y en la otra punta una bola del mundo. Son llagas en los puños desde que estudió quién fue Franco y escuchó en casa de algún conocido algo del Che Guevara. Es el principio. Claro que tiene que doler, y por eso gusta. Te acostumbras.

Escribo todo esto desde la carretera, el sitio perfecto para descifrar los ritmos de cómo va eso de sentirse identificado.


Paseo (Estopa)
http://goear.com/listen/f8d16a9/paseo-estopa