8 de septiembre de 2011
4 de septiembre de 2011
Siete círculos seguidos
Este verano no ha sido mental, pero de serlo
sería nuestra parte más tradicional resistiendo
nuestra maniática herencia mundana exigiéndonos explicaciones y argumentos, porque no entiende
por qué hacerla desaparecer
porque no entiende que no queramos agarrar las cosas, ni dilatar momentos
ni pedirle a las personas que queremos que se queden con nosotros
hasta que se acabe el cuento
A veces he estado teniendo este antiguo presentimiento
de que estamos dejando nacer el pensamiento desde el espíritu
y eso asusta a nuestro lado más ególatra de comodidad, plástico y costumbres fijas
llena de miedo, quizá, a una sociedad
que uno de nosotros no lo tenga
que se detenga
y salga a la calle a hablar con desconocidos
Qué hacer con el agradable decorado si debajo de él se vislumbra un vertedero sangriento
hacia dónde mirar si te das de bruces contra el metálico Plan A y ves lo poquito que queda de ti mismo
cómo seguir con patéticos intentos de manipular nada cuando entreabres el papel de periódico y ves cómo apesta el pescao de todo lo que te han vendido
Un puntito rojo de intuición
cerrando los ojos hacia un horizonte que nos valga,
que allá no sirvan ni las herramientas ni las amenazas
que allá se enteren de nuestros sueños los fantasmas
que no haya tiempo
que no haya cuerpo
y siete círculos seguidos, en los que dentro poner
las letras de L I B E R T Á
el único deseo que es camino
Lighthouse (NewVillager)