En fin, ya estoy en tercero de carrera, mamá
y en la casa ya se fuma oficialmente.
Salimos de cañas y de todo te parece que han pasao unos veinte años
y te digo que ahí fue cuando empezó, que sigue igual, que aquí lo tienes
llámalo cerveza, risa o Madrid
porque ninguna de las dos somos las niñas que antes éramos
pero hay cosas que no cambian, mamá
y de belleza, desde y para siempre, sabemos un rato
- los otros dos ya saben de qué hablo -.
Cojo esta polaroid y la apoyo junto al cuaderno,
es una puta gozada verte sonreír desnuda en mi mundo
es una puta pasada cuando, digámoslo así, te dejo verme
porque haces lo de abrir mogollón los ojos, de cuando flipas
y ves, así, de golpe, todo lo que soy
todo en lo que me he convertido
y pasa delante un greatest hits vital en diapositivas:
el trasto de cría que jugaba deprisa al baloncesto y montaba el numerito cada vez que fallaba una canasta; que aprendió a coger el 11 cruzando hacia Pan y Bollos de la mano de su hermana; que creció con el trastorno “llego tarde-a ver, por qué-eso es mentira-no sé-lo siento”
y se iba de vacaciones al Imperio Comino porque quería ser alguien
todo en lo que me habéis convertido, gente
que por algo me repito los domingos
soy los míos.
Creo que ya sabes que te voy a seguir pidiendo sin palabras
toda la confianza que de por sí no tengo
ya que te tenga o no en frente, te tengo y punto, Lola
te tengo.
Es un intentar cada día como si fuese el último apretarte la mano para hacerte ver, pese a la torpeza de la que no me sé librar,
que te necesito para no enmudecer
como enmudezco imaginándome en tu voz,
y es que esto me lo acabo de imaginar: cuando hablas de mí por ahí
y soy gilipollas,
pero me he puesto a llorar
así que llámame las veces que quieras aunque a “a saber qué andará haciendo esta” papá te diga “déjala”, si así te quedas más tranquila
- que en realidad sí que sabes lo que ando haciendo porque estamos conectadas, porque somos lo que somos
y ese cordón es más que tú y que yo, es nosotras
y lo que tú sientes, yo siento -
perdóname entonces la cabeza convertida en deseo
es sólo que estoy obsesionada con esta ciudad
que me mata y alivia delirio,
gracias por estarlo tú conmigo
y por apostar, que yo sé que lo haces, por mi trocito de magia
que me das la libertad sin la que no podría vivir, mamá,
sin la que no podría vivir
y en el fondo sabes que no estoy loca
sino que no me cabe en el cuerpo la de vida que llevo dentro
porque hay cosas que no cambian
Fdo. El trasto de cría que jugaba deprisa al baloncesto.
Sin tu latido (Aute)
http://youtube.com/watch?v=9XacxSkBVuM